martes, 8 de julio de 2008

Demasiado eterno para mi gusto


ALIENTO, de Kim Ki-Duk

"La historia de una mujer despechada que encuentra consuelo visitando a un condenado a muerte." Y escrita por el ingrávido Kim Ki-Duk. Las crónicas no podían sonar mejor, pero la verdad es que he salido de la sala y no sé qué decir, no sé qué escribir y no sé qué pensar. Y no voy a dejar pasar la noche porque mañana seguirá sin ocurrírseme nada.

Kim Ki-Duk es un tramposo. Aísla todo lo perturbador con ese aspecto de ejercicio de fin de carrera para dominar el universo diegético mediante lo minimal y crear una fábula con un Dios bondadoso que no puede terminar mal. Lo minimal se ha convertido ya en realidad en el recurso para dominar el mundo de la ficción que ha creado. Para situar sus "intervenciones", porque, más que como minimal, hay que verlo como a un artista moderno con gran talento para las manualidades con los objetos de uso cotidiano.

Pero Kim Ki-Duk debe ser mucho más. Dioses, celdas, el tiempo, las estaciones..., hay algo puramente coreano que se nos escapa. Kim Ki-Duk, en su Corea natal debe sonar a algo así como a Almodóvar, en el sentido en que Almodóvar también pretende retratar, sobre todo y ante todo, su país natal, y lo moderniza, lo pone al día. Kim Ki-Duk es budismo para una sociedad con una inmensa soledad, una soledad rayana en el absurdo. Una sociedad para la que la naturaleza es el fondo de una pantalla de ordenador.

Kim Ki-Duk ya se repite (la película se parece mucho a otra suya anterior) y es eterno, demasiado eterno para mi gusto. Es eterno como una de las breves aventuras de Charlot, y así se le verá. Aunque quizá tanta eternidad le haga envejecer mal. Al menos no es ésa la vejez que yo espero, es una vejez sin arrugas, una vejez que no ha vivido la vida.
Kim Ki-Duk es congruente -perfectamente congruente- pero más con su propio estilo minimal que con la realidad, con el mundo.

1 comentario:

bolboreta dijo...

Tengo unas ganas terribles de ver esta película, Iban. Tal vez sea una de las maravillosas consecuencias que ha producido en mí el master.
Espero a verla y ya te comentaré.
Por cierto, ¿a qué film suyo se parece? Bueno, mejor no me lo digas, y ya hablaremos.
Un abrazo muy grande.